Esta es la "Tollota Jailander" en la que felíz se mueve Don Mexicanito, la compró nomás por darle en la torre a su vecino que compró una Honda CR-V. |
¿Ustedes acaso han escuchado hablar de "La borregada"? ¿Del "Mexicano Promedio". ¿De "Godinez"? Si, de aquel personaje que últimamente se ha vuelto archi-famoso, inspirado a su vez en aquel personaje del Chavo del Ocho con el mismo nombre, al que siempre le da el “mal del puerco” después de echarse el “lonche” en la oficina, y que también espera ansiosamente cada 15 días a que "Nuestra Señora de la Luz" le ilumine la vida, misma iluminación que siempre se le va en pagar la renta, la luz, los impuestos, el cable, las verificaciones de su “sub” “nuevesita”, las vacunas de “Firulais”, las clases de inglés, piano y chino mandarín de su chilpayate, al que le pusieron (en un arranque de exquisito gusto) el nombre de Brayan Cristofer y la próxima letra de la cirugía plástica que le acaban de hacer a su “gorda”. ¿O acaso han escuchado hablar de los "Zombies de Sahuayo" que saltaron a la fama gracias a la célebre película de "El Santos vs. la Tetona Mendoza"?
Don Mexicanito, amigos, es entonces, una triste, lastimera y patética mezcla entre todos los anteriormente mencionados. Don Mexicanito es entonces aquel ciudadano de a pie, pero también maneja su coche, o mejor dicho, su “sub”, va todas las noches del trabajo a su casa con toda prisa porque no puede perderse un capítulo de "Lo que la vida me robó"* para después ver a sus gurús de la "información verídica e imparcial": El “Ticher” y Carlos Loret de Mola. Los sábados por la mañanase rie con las ingeniosísimas ocurrencias de Omar Chaparro en “Sabadazo”, y los domingos, tiene su rito religioso, en el que manda a "su gorda" a que le prepare cualquier cantidad de botanas y le surta de pomos para que se aplatane en la sala de su casa a enajenarse con el futbol, con su nueva “esmart-tiví” de 80 pulgadas marca “el-yí”, y enchufarse a la virtualidad. Para Don Mexicanito, todo lo que pase en el estadio o lo que decida el árbitro son asuntos de vital importancia pues para él "la vida es como el futbol". Si gana su equipo favorito, se deja llevar por sus más básicos instintos sacando su “sub”, a la que le amarra la bandera de su equipo favorito con un mecatito a la antena y se va al Ángel de la Independencia a correr como cabra desmecatada y gritar desaforadamente como si de plano se hubiera sacado la lotería. En cambio, si pierde su equipo, se pone a llorar como Magdalena sumiéndose en la depresión.
Del álbum familiar de Don Mexicanito. Aquí meciendo a Brayan Cristofer cuando era bebé. ¡De verdad que qué papá tan orgulloso es Don Mexicanito! |
Otro rasgo de Don Mexicanito, es que es un "wannabe" y cree que "bi-ai-pí" es sinónimo de su nombre. Él es muy sabedor y conocedortz de tocho morocho en la vidorria porque como él "ya conoce los yunaís" que es, según él "el mejor país del mundo", exige lo que "asegún" él, es trato de primer mundo, aunque sean absurdos: Es el típico que llama al call center de HP porque no sabe cómo cambiar el lenguaje de su teclado, aunque sabe que la solución la encuentra en tres teclazos en la asistencia técnica de Microsoft Windows o de Apple Computer (según el sistema operativo), y amenaza tratando de asustar al agente que lo atiende, con "acusarlo con el dueño" con el que, según él, se lleva de a cuartos.
Ella es la Ñora de Don Mexicanito, que presume sus tepalcuanas todas sirujiadas con aceite multigrado 15-SAE-50. ¡Perdón! Son producto del arduo ejercicio diario en el "Espor-Siti".
Don Mexicanito se siente superior a los demás, y tiene siempre la última palabra. Él no puede ver que su compañero de trabajo se compre un iPhone 5, porque él tardará más en verlo, que en preguntar a su distribuidor autorizado Telcel que para cuándo tendrán disponible el iPhone 6. Cuando consigue su iPhone 6, Don Mexicanito arderá en ansias para presumir su telefonito, y lo hará aunque esté manejando por la ciudad su enorme “sub” y ponga en peligro a los que lo rodean, pues es su derecho por ser “bi-ai-pí”, pues si los choferes de las “pecerdas” pueden… ¿Por qué él no?
Don Mexicanito siempre vestirá Hugo Boss pa'la chamba y Tommy Hilfiger pa'chanclear además de su reloj y sus cadenotas de chapa de oro, aunque tenga las deudas de su tarjeta Platino hasta el tope. Y no dudará de pedir la tarjeta negra de crédito "non-plus-ultra" Visa, porque es "bi-ai-pí", y como lo es, no se la van a negar... Según él.
Brayan Cristofer, que en plena "pubertá", ya muestra que le salieron los bigotes y que ahora sí... ¡Es todo un macho! a sus 13 añotes...
Si Don Mexicanito ve que su vecino se compra una Honda CR-V, él correrá en chinga loca a la agencia Toyota a comprar una "Jailander", pero que sea 4X4, pa'que se note que tiene pa'la más cara, aunque sólo la use para ir a la chamba, al “gual-mar” y al “espor-siti”, eso sí, no sin antes exigir que le den su descuento de "bi-ai-pí", además de su permiso para circular y sus tapetes de regalo con sendos gritos de ñora climateriosa que dejan sordos a la mitad de los que trabajan en aquella desafortunada agencia, y aunque sólo sean él, su "gorda", "Firulais" (un tiernísimo pitbull de pelea del que se siente orgulloso) y el mocoso de Brayan Cristofer en su casa, pero como ya conoce los "yunaís", y como Toyota es la marca más vendida allá, pues es la mejor, no? Un Honda o un Nissan son pa’jodidos, y los Ford y Chevrolet son pa'negros, pero él es "bi-ai-pí".
Cuando le entregan su "Jailander", quedándose endeudado de por vida con su tarjeta negra de crédito "non-plus-ultra" Visa, le urge irse a la Buenos Aires a ponerle unos rines de 22" cromados, luces de neón moradas abajo. Le cambiará su estéreo original por un “alpain” “bien perrón” para irse a padrotiar por las noches con la Arrolladora Banda Limón o la Banda MS a todo volumen, además que le pondrá suelo (no importa que sea 4X4. Al fin que lo de hoy es personalizar, no?). Lo importante es que Don Mexicanito demuestre que es el más rico de su edificio, que es un condominio de la Doctores. Don Mexicanito se crió en la Bondojito, aunque éso, jamás, pero jamás se lo confesará a nadie.
Cuando Don Mexicanito va a una exposición de coches antiguos, de chunding o de zombies o botargas navideñas, es el típico que hace que su gorda le haga poses "chenchuales" en cada rincón. A huevo él le tiene qué presumir a sus cuates las nalgas de payasito de semáforo y las voluptuosas chichis de su "gorda" que harían envidiar a la mismísima Sabrina Sabrok y de paso, también a Dolly Parton, para luego afirmar que las consiguió después de muuuuchas horas de "espinin" y "zumba" en el “espor-siti” (él jamás confesará que pagó la “sirujeada” con el mismo doc que le inyectó aceite multigrado Esso 10-SAE-50 a Alejandra Guzmán en las tepalcuanas), igual, manda al pobre Brayan Cristofer a que pose cientos de veces con mirada de “machito matadortz” para sacarle su respectiva foto “pa’l recuerdo”, no importa que tanto el escuincle como la gorda en cuestión estén hasta la madre de cansados.
Don Mexicanito siempre irá a la ópera o a un concierto de la sinfónica con sus cuates o sus compañeros de la oficina, pues tiene qué mostrar que es “culto y letrado”, aunque al final siempre se queda dormido a la mitad del segundo acto, y no importa que sus ronquidos se escuchen en todo Bellas Artes, al fin y al cabo que Don Mexicanito es culto ¿No?
Don Mexicanito es aquel personaje, conocido y repudiado a la vez, naco y wannabe, macho, misógino, ignorante y mitómano que nadie admitirá que es…
Yo te pregunto lo siguiente para que reflexiones antes y te guardes la respuesta para ti:
¿Y tú, qué tan Don Mexicanito eres?
Firulais, el tierno perrito que Don Mexicanito compró.¡Es toda una dulzura! ¡Miren qué bonito sonríe a la cámara! |
* Aunque ustedes no me lo crean, como tengo un boicot personal contra Televisa, me la pasé 20 minutos averiguando cuál es la telenovela más exitosa del "Canal de las Estrellas" en julio de 2014, misma que no tengo pensado, ni por casualidad, ver.
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